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26 nov 2024
Acciones del Colegio
El diagnóstico temprano es fundamental para abordar esta enfermedad rodeada de tabúes que tiene en la enfermera el mejor aliado; una figura que acompañará al paciente durante todo su proceso informando, concienciando y normalizando.
En 2023 se diagnosticaron cerca de 34.000 casos de cáncer de próstata en España, y en ese mismo período, se registraron 6.000 muertes por esa misma enfermedad, siendo la tercera causa de mortalidad entre los varones, según datos de la Asociación de Cáncer de Próstata (ANCAP).
Si bien el cáncer de próstata, tratado a tiempo, registra altos índices de supervivencia, es uno de los más prevalentes en nuestro país entre los hombres. Esto se debe a que “existen muchos tabúes con relación a esta enfermedad, lo que hace que muchas veces se llegue tarde al diagnóstico”, indica Silvia Trigos, enfermera del servicio de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. “El cáncer de próstata se conoce como ‘cáncer silente’, ya que no presenta síntomas hasta que la enfermedad está muy avanzada, motivo por el que aumenta la mortalidad. Por eso es tan importante la prevención y papel de las enfermeras, fundamental en todos los procesos de la enfermedad, ya que, si se detecta precozmente, es 100% curable”, añade.
Por su parte, Santiago Gómez, paciente y vicepresidente primero de la Asociación de Cáncer de Próstata ANCAP considera que, “en general, los hombres son reacios a someterse a ciertas pruebas. Existe una ‘falsa masculinidad’ y ciertos mitos relacionados, o bien con la salud sexual o debido a la presión social, cultural o histórica, que lleva a que muchos hombres no se hagan los controles necesarios, y muchas veces ya es tarde. Estamos hablando de una enfermedad que tiene efectos secundarios cronificados, como incontinencia urinaria, disfunción eréctil, y que puede acarrear depresión y pérdida de autoestima”. A esta actitud se añade el hecho de que los hombres no hablan entre ellos de cáncer. “Nosotros, como pacientes, si lo hacemos, pero en general, la sociedad no. Además, desde la asociación animaos a todos los hombre de más de 50 años, y más de 45 si existen antecedentes familiares, a realizar chequeos médicos regulares”.
Se llega tarde porque al diagnóstico de cáncer de próstata al que se le conoce como ‘cáncer silente’; no da síntomas hasta que no está localmente avanzado, explica Silvia Trigos. “Por este motivo, la prevención y la revisión son muy importantes. Aumenta la mortalidad al no acudir a las revisiones, y cuando llegan, es ya con síntomas como nicturia, urgencia miccional, pero sobre todo con hematuria y hematospermia”.
Tanto Silvia Trigos como Santiago Gómez coinciden en destacar que ante el cáncer de próstata lo más importante es informar, concienciar y, sobre todo, normalizar.
Es aquí donde la enfermera cobra un papel fundamental, tanto en el ámbito de Atención Primaria como hospitalaria. “Nosotras acompañamos al paciente en el diagnóstico, en las biopsias, en el tratamiento, en la rehabilitación, en el postoperatorio, cuidado de la sonda... En definitiva, estamos presentes en cada uno de los procesos”, explica Silvia.
Allí donde se encuentra un paciente de cáncer, está su enfermera de referencia.
Los pacientes también perciben la presencia de las enfermeras en todo el proceso de la enfermedad. “La enfermera nos alimenta, nos ayuda, nos da de comer. En los momentos críticos son una tabla de salvación, un soporte cuyo papel no está suficientemente destacado”. Además, la asociación de pacientes juega un papel esencial. En el caso de ANCAP, ayudan y colaboran con los que tienen esta patología y los que pueden llegar a sufrirla, dando visibilidad a la importancia del diagnóstico precoz -que salva vidas- y destacando el problema sanitario que representa este tipo de cáncer. Santiago quiere mandar un mensaje esperanzador para todos los hombres que tienen cáncer, y esa esperanza viene de los avances en el diagnóstico, la investigación clínica, los soportes sociosanitarios y la industria farmacéutica.
Movember es un movimiento global que busca promover la conciencia sobre la salud masculina y romper los estigmas que impiden a muchos hombres cuidar de su bienestar físico y mental. Así, cada mes de noviembre, millones de personas en más de 20 países se unen a este movimiento para destacar la importancia del autocuidado y el diagnóstico temprano, además de recaudar fondos para proyectos de investigación. Se trata de una iniciativa que crea espacios para reflexionar sobre barreras culturales y de comportamiento que contribuyen a la brecha de esperanza de vida entre hombres y mujeres. Realizar chequeos sanitarios regulares, mantener un estilo de vida saludable, cuidar la salud mental y reducir comportamientos de riesgo son pasos esenciales para cerrar la brecha en salud y mejorar la calidad de vida de los hombres. La enfermera juega un papel esencial en todo esto. Es la figura clave que acompaña al hombre en su proceso de autocuidado, guiándolo en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento. Acudir a su enfermera de referencia es uno de los pasos más importantes para recibir la orientación adecuada y garantizar una atención integral que promueva la salud masculina de manera efectiva.
De izquierda a derecha, Santiago Gómez, Pedro Soriano y Silvia Trigos durante la charla mantenida en la sede del CODEM.
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