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23 may 2025
Presidenta de SEMAP desde enero, Cristina Moreno reclama apostar por la prevención y la promoción de la salud, por unos cuidados de calidad, poniendo para ello al frente a las enfermeras de Familia y Comunitaria si no se quiere retroceder volviendo a gestionar la salud desde un punto de vista biologicista y desde la enfermedad.
Cristina Moreno Asorey es desde el pasado mes de enero la nueva presidenta de la Sociedad Madrileña de Enfermería Familiar y Comunitaria (SEMAP).
Enfermera desde 2012 y especialista desde hace 9 años, actualmente ejerce profesionalmente en el Centro de Salud Los Yébenes, aunque tiene experiencia también más allá de la Atención Primaria ya que ha trabajado tanto en el ámbito sociosanitario como hospitalario, pasando por servicios como Urgencias, Ginecología y Obstetricia, Centro de Día de Hematoncología y Medicina Interna.
Cumplidos sus primeros 100 días al frente de la Sociedad de referencia en Madrid en el ámbito de Enfermería Familiar y Comunitaria, atiende a Enfermeras de Madrid para hacer un diagnóstico de la profesión y del futuro de la especialidad. ¿Por qué decides optar a la presidencia de SEMAP?
Desde que era residente llevo formando parte de la junta directiva de SEMAP, primero como vocal de residentes, después como vocal de Cuidados y los últimos 4 años como vicepresidenta de SEMAP. Al final SEMAP está dirigida por una junta directiva, formada por grandes profesionales enfermeros/as y por las socias sin las que SEMAP no sería lo que es. Ahora soy la cabeza visible, pero sin ellas y sin su apoyo no habría dado este gran paso. Creo que era el momento de poder aportar un poco más a SEMAP y al colectivo de las enfermeras de familia y comunitaria.
¿Qué retos u objetivos os habéis marcado la nueva Junta Directiva? ¿En qué vais a trabajar fundamentalmente?
Como líneas estratégicas nos planteamos:
1. Conseguir el pleno desarrollo de nuestra especialidad en la Comunidad de Madrid, instando tanto a la consejería como a los sindicatos a que superen las actuales barreras que lo están impidiendo.
2. Consolidar y crear nuevos grupos de trabajo para generar documentos de carácter científico para ayudar en consulta y para la población.
3. Organizar nuevos congresos 2026/2028 y otras jornadas o eventos de difusión e intercambio de conocimientos.
4. Continuar y ampliar la oferta formativa y de talleres gratuitos para socias.
5. Fomentar la investigación mediante:
• Elaboración proyecto propio. • Apoyar la investigación de las socias, con la beca de investigación. • Apoyar la difusión científica.
6. Mantener las relaciones con las organizaciones del ámbito de la Comunidad de Madrid para que favorezcan el desarrollo profesional de la Enfermería Familiar y Comunitaria.
7. Fomentar las relaciones con otras asociaciones, sociedades científicas, asociaciones de pacientes y foros comunitarios, para trabajar de manera conjunta, aportando la visión de la Enfermería Familiar y comunitaria.
8. Aumentar la visibilidad de las Enfermeras de Familia y Comunitaria para que la ciudadanía nos conozca y reconozca.
9. Aumentar la presencia en redes sociales y medios de comunicación.
10. Participar activamente en las estrategias de FAECAP.
Hablemos de la Atención Primaria en Madrid… ¿en qué situación crees que está en este momento? Haznos un diagnóstico…
En mi opinión la Atención Primaria en la Comunidad está en un momento decisivo en el que puede avanzar y fortalecerse rediseñando los procesos asistenciales desde las necesidades de cuidados, apostando por la prevención y la promoción de la salud, poniendo para ello al frente a las enfermeras de Familia y Comunitaria y apostando por la especialización y por unos cuidados de calidad o retroceder de forma brusca volviendo a gestionar la salud desde un punto de vista biologicista y desde la enfermedad. Estamos en un momento en el que el aumento de la longevidad, los cuidados en el hogar, la dependencia y fragilidad y las actividades de prevención y promoción, así como la atención sobre lo agudo, provocan una sobrecarga sobre el sistema sanitario que, si no se enfoca con una visión salutogénica y de los cuidados enfermeros, harán que el sistema fracase. Para ello es necesario apostar por las especialistas de Enfermería Familiar y Comunitaria, gestionando los cuidados especializados donde le corresponde que es la AP, entre otros ámbitos, y por supuesto aumentando el número de enfermeras en general, y en particular en los centros de salud.
La actual gestión de la demanda está desviando el foco de atención hacia lo agudo, desplazando y/o demorando la atención hacia la promoción de la salud, prevención de enfermedad y poniendo en serio riesgo la longitudinalidad de la atención y de los cuidados.
¿Y la profesión enfermera en Atención Primaria?
La profesión enfermera también creo que transita por un momento delicado, en el que debemos unirnos como colectivo, teniendo claro el objetivo de ello. Para apostar por las enfermeras, reivindicamos que haya más enfermeras y mejores condiciones laborales, para poder prestar los mejores cuidados a la población. Debemos abandonar la idea de que una enfermera puede realizar su trabajo en cualquier ámbito y/o servicio, ya que ponemos en peligro la calidad de los cuidados y también nos genera a las profesionales inseguridad y malestar por la inestabilidad laboral y la falta de competencias en algunas ocasiones.
La gestión de lo agudo está haciendo que dejemos de lado muchas competencias propias dentro de AP, como la educación para la salud, intervenciones comunitarias…ya que, si somos el mismo número y cada vez hay una mayor carga de procesos, tenemos que abandonar aquello que desde nuestra organización no ven prioritario, aunque sepamos que esto es un parche e igual no somos nosotras las que tengamos que dejar de lado nuestros cuidados y competencias inherentes, como enfermeras de familia y comunitaria.
¿Crees que desde las Administraciones se apuesta por Enfermería en el ámbito de la Atención Primaria? ¿Por qué?
En este momento y hasta que no haya algún cambio mayor, parece que poco. Una apuesta valiente sería la de convertir las plazas de AP de generalistas a especialistas, de forma progresiva, como desde SEMAP llevamos reclamando desde hace años, con un documento que tenemos denominado “Ruta de la especialidad”. Tampoco se apuesta por el liderazgo real de las enfermeras, ni por la gran capacidad de gestión que tenemos dentro del sistema, ni por el aumento del número de enfermeras. Somos la Comunidad, junto a Ceuta y Melilla, con la peor ratio enfermera/paciente con 0.5 enfermeras por cada 1.000 habitantes en AP. Esto supone que en Madrid la media de población asignada a las enfermeras en AP es de 1.950 ciudadanos, cuando la media nacional es de 1.370.
Cristina Moreno, en una formación de SEMAP impartida en el CODEM.
¿Qué medidas habría que tomar para que esa apuesta sea clara y convincente?
Lo primero aumentar el número de enfermeras, para mejorar la ratio enfermera/paciente.
Segundo, rediseñar los procesos asistenciales para que, tanto el enfoque en la atención como el acceso al sistema, no sea en base a la gestión de la enfermedad y a la atención de lo agudo, sino centrados en la prevención y la promoción, en las necesidades de cuidados de la población y en la personalización de esos cuidados.
Tercero, apostar de manera clara por las Enfermeras de Familia y Comunitaria, convirtiendo las plazas a especialista de forma progresiva, creando una bolsa de empleo de especialistas de Familia y Comunitaria y convocando por un lado traslados de aquellas compañeras especialistas que están en el ámbito hospitalario y convocando oposiciones específicas de enfermeras de familia y comunitaria. No pedimos nada diferente a lo que ya tienen el resto de enfermeras especialistas.
Puesta en marcha real de la prescripción enfermera para poder realizar de forma autónoma unos cuidados de calidad.
Si pudieras proponer una mejora clave para fortalecer la Atención Primaria en Madrid, ¿cuál sería?
Aumentar las plantillas de enfermeras, aumentar el número de enfermeras de Familia y Comunitaria en los centros de salud y que estas lideren los equipos de salud.
Respecto a la Especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria, ¿cuál crees que es su situación actual en Madrid y a qué retos se enfrenta?
Como ya he dicho anteriormente, el principal reto es que seguimos formando a especialistas sin poder acceder a los puestos de trabajo para los que nos hemos formado y esto solo puede cambiar si se empieza a convertir las plazas de AP a especialistas y si se cesan los traslados externos de un ámbito a otro. Otra dificultad a la que la administración se va a tener que enfrentar si esto no cesa, es al próximo proceso de reacreditación de centros de salud para la formación de MIR y EIR, ya que, si no hay 2 EFYC dentro de los equipos de AP del centro de salud, estos no podrán ser acreditados para formación especializada y nos quedaremos sin centros que formen ni a Enfermeras de Familia y Comunitaria ni a médicos de dicha especialidad.
¿Sientes que se reconoce lo suficiente la figura de la especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria en los equipos de AP? ¿Por qué?
Creo que en general no, ya que si yo fuera de otro colectivo apoyaría que la situación de las Enfermeras de Familia y Comunitaria mejorara. Pero sí que, de manera individual, reconocen lo que aportamos las especialistas dentro de los equipos y las competencias avanzadas que tenemos dentro del ámbito de los cuidados en las familias y comunidades.
Respecto a la función gestora de las enfermeras en el ámbito de la Atención Primaria, ¿qué barreras crees que hay todavía que impiden que las enfermeras desarrollen todo su potencial y cómo crees que deberían derribarse?
Lo primero es reconocer esa función gestora, ya que no se mide realmente esta. En AP se nos mide por número de personas que atendemos, obviando que para que un centro de salud funcione hay enfermeras realizando un trabajo invisible que no se contabiliza en ningún sitio. Es decir, sino hay una responsable de vacunas que gestione los pedidos de vacunas y vigile la cadena de frio, si no hay una enfermera que gestione los pedidos de almacén y revise caducidades…etc el centro de salud no funcionaría. Por ello sí que tenemos capacidad de gestión, pero desde un lugar de invisibilidad. Otra barrera importante es la imposibilidad de poder ser directoras de centro de salud.
¿Cómo crees que se debería fomentar esa faceta gestora de las enfermeras?
Visibilizando todas las actividades de gestión que realizamos a diario, dándole su lugar y su tiempo en nuestra jornada laboral diaria y por supuesto eliminando el grupo A1 y formando parte del grupo A, como el resto de Grados universitarios.
En cuanto a la investigación, ¿crees que puede ser la ‘asignatura pendiente’ de las enfermeras en Atención Primaria? ¿Cómo crees que se puede facilitar o incentivar?
Yo creo que desde AP se llevan a cabo bastantes estudios de investigación y cada día más desde la perspectiva del cuidado. La incentivación tiene que venir por un lado de uno mismo, buscando una mayor formación, y por supuesto se podría facilitar si esto no supusiera un tiempo extra, fuera de tu jornada laboral.
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