CODEM. Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Madrid

- Elena, ¿en qué ha consistido tu aportación como docente en la formación que has impartido en el CODEM?
He sido docente en el módulo llamado Cuidando con TICs: competencias, ética y evidencia, que forma parte del curso Competencias informacionales y digitales para Enfermería. En mi módulo hemos repasado qué es la salud digital, por qué las enfermeras tenemos que estar en redes; hemos repasado las competencias digitales clave de los profesionales sanitarios y reflexionado sobre aspectos éticos y legales del uso de RRSS. Además, hemos visto herramientas de las que obtener información y perfiles fiables en salud y una serie de herramientas para iniciarse en la creación de contenido. El resto del curso ha sido también genial y muy útil ya que se ha centrado en sentar las bases de la búsqueda bibliográfica, cómo realizar un artículo científico y utilizar diferentes gestores bibliográficos.

- ¿Cómo surge tu interés por las redes sociales y las nuevas tecnologías de la información?
Comencé a utilizar las RRSS de forma personal, pero ahí me di cuenta del potencial de difusión que tenían para llevármelo al entorno docente. Porque yo comencé haciendo docencia a las compañeras, y sigo haciéndolo, aunque ahora estoy intentando abrir el abanico a la población y salirme un poco de mi tema habitual, que es Urgencias y Emergencias. No es real que si no estás en RRSS no existes, pero si puedo llegar a mil personas en vez de a las 30 que hay en la unidad de mi hospital, ¿por qué no utilizarlo? Y es por eso que las uso con el único objetivo de llegar a cuanta más gente mejor.

- ¿Cómo has adquirido tú el conocimiento que ahora transmites como docente a las enfermeras?
La verdad es que me he gastado mucho dinero en formación. Tengo un experto y un master en Urgencias y Emergencias y otro experto en competencias digitales, además de muchos cursos de soporte vital básico y avanzado y otros cursos sobre el paciente crítico. Lo he podido hacer porque merecía la pena por tener la suerte de estar fija en un servicio. Y no es lo mismo realizar formación sabiendo que te pueden cambiar de unidad, a invertir en formación sabiendo que lo vas a poder aprovechar en tu día a día. Pero también he aprendido mucho con lo que se denomina aprendizaje informal. Y lo he hecho en redes sociales y otras herramientas digitales como blogs. Recuerdo uno que se llamaba e-mergencia, relacionado con mi campo, en el que se aprendía un montón leyendo a los compañeros. Y esa es la clave de las TICs: compartir conocimiento para crecer como profesionales sanitarios. Al final, el que se ve beneficiado es el paciente.

- ¿Por qué es importante que las enfermeras estén formadas e informadas en materia de redes sociales y nuevas tecnologías de la información?
Porque el paciente está (estamos, que yo también soy paciente) en RRSS y cada vez están más empoderados. Realizan incluso cursos para saber buscar información fiable. Además, hay otro grupo de personas que buscan información en Internet. Antes íbamos a la enciclopedia Larousse y más tarde a la Encarta para saber qué era una pancreatitis. Ahora lo ponemos en Google o incluso lo buscamos por voz. Si no rellenamos esas búsquedas con contenido e información fiable que sea creado por profesionales sanitarios y basada en la evidencia, otros ocuparán ese espacio. Y será información poco real, por mucho que Google mejore los algoritmos. Por otro lado, los bulos en salud son una lacra con la que debemos luchar diariamente y la Educación para la Salud no puede verse acotada solo a una consulta desperdiciando todos los medios de los que actualmente tenemos a nuestro alcance.

- ¿Cuál crees que es el papel de las enfermeras en la actualidad en las nuevas tecnologías?
Veo tres grupos muy diferenciados. Aquellas que estamos presentes en RRSS y que utilizamos las nuevas tecnologías para hacer docencia o educación para la salud generando contenido. Aquellas que consumen el contenido sin generarlo, y un tercer grupo que ve de forma muy negativa o como una pérdida de tiempo el uso de las TICs. Lo que pasa con este último grupo es que muchas veces desconocen lo que se puede llegar a hacer utilizando las TICs en salud y ese desconocimiento los lleva a creer que perdemos el tiempo. Otras veces los lleva a juzgar el trabajo que realizamos y se suelen generar comentarios muy negativos. No saben que se puede programar contenido, y se creen que estás en el trabajo tuiteando. No entienden la filosofía que nos lleva a compartir y mejorar ni cómo funcionan las redes. Y eso al final se traduce en duras críticas.

Pero quedándonos con lo positivo, se puede decir que en RRSS hay una pequeña comunidad enfermera muy fuerte que no se ve en otras profesiones sanitarias y que llega a ser como una pequeña familia e incluso algunos ya son muy buenos amigos. Hemos tenido una pérdida reciente y ha sido bastante doloroso.

- ¿Hacia dónde crees que debería encaminarse ese papel?
Deberíamos innovar e influir en la promoción de la salud y en los resultados de salud de los pacientes, realizar un liderazgo y una influencia en el resto de profesionales sanitarios, motivándolos a intentar mejorar cada día, a realizar cuidados basados en la evidencia. También el uso de RRSS y TICs pueden dar a conocer nuestra profesión y promover el aprendizaje informal y permanente.

Pero primero, deberíamos adquirir competencias digitales y orientarlas a la salud. Actualmente se enseña poco en el grado y el uso de las redes sociales para promover la salud queda a elección del profesional sanitario. Se debería enseñar en la universidad ética y legislación sobre el uso de las redes sociales. Es necesario saber que no podemos vulnerar la ley de protección de datos del paciente. También sería necesario que nos enseñaran a utilizar las redes de forma eficaz para que no nos quiten mucho tiempo, que es una de las desventajas que tienen y, además, a saber controlar los niveles de privacidad y orientar los perfiles en redes a un perfil profesional. Recetar links de salud, recopilatorios de información fiable a los pacientes, debería estar en nuestras competencias y trabajo diario. El problema es que está poco extendido, no está regulado y la formación al final tenemos que realizarla entre nosotros, o con cursos en los que tenemos que invertir nuestro tiempo. Por eso creo que es tan necesario que se enseñe desde ya desde la universidad. Porque creo que incluso algunas personas rozamos ya unos conocimientos mínimos de marketing y sin saberlo.

- ¿Está incorporada esta materia en el programa de estudios del Grado de Enfermería? ¿Crees que sería interesante que se incorporara?
Sé que hay algunos proyectos como el DIGICOMP que busca que los alumnos adquieran conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para ser digitalmente competentes pero la realidad es que en el currículo del grado de algunas universidades esto es inexistente, o no es transversal, o queda reducido a una optativa. Las TICs, las RRSS y la búsqueda de información ya no forman parte del futuro, de hecho, empiezan a ser algo ya extendido ya hace tantos años que podríamos decir que son del pasado. Por lo que cuanto más tarde se incluyan de forma obligatoria estos conocimientos, habilidades y actitudes, más tarde se adquirirán, o de peor calidad al tener que realizarse de forma autodidacta y más atrás nos quedaremos los profesionales sanitarios. No concibo que una enfermera salga de la carrera sin adquirir ciertas habilidades de comunicación, sin adquirir ciertas técnicas ni sin adquirir las bases del cuidado. Pero tampoco concibo que salgan de la carrera sin un mínimo de competencias digitales en el siglo XXI. Es como salir a conducir sin saber un cuarto de las señales de tráfico con las que te vas a encontrar. No somos conscientes todavía de que la adquisición de estas competencias, habilidades y actitudes mejoran la seguridad del paciente.

- Que las enfermeras trasladen sus cuidados a las redes sociales y los pongan al servicio de los ciudadanos... ¿se está haciendo ya? ¿Crees que sería el objetivo final de la profesión en redes sociales?
Sí, existen proyectos en los que se han creado aplicaciones para los pacientes (diabetes, diálisis, recordatorios de medicación), existen recopilatorios de información para pacientes. También hay asociaciones de pacientes con las que se colaboran, se les da talleres para buscar información correctamente. Luego hay iniciativas en que se realizan de forma conjunta: tuitchats, debates y, afortunadamente, cada vez están más presentes en congresos. De hecho, los pacientes también ponen al servicio de los ciudadanos sus propios conocimientos. Y, como decía antes, generan entradas en blogs, artículos de opinión periódicos, post de Instagram e incluso infografías. Creo que el objetivo final no solo es trasladar los cuidados a las redes sociales, si no generar conocimiento y contar con los pacientes para generar este contenido. No podemos trasladar la relación unidireccional que se sigue dando en muchas ocasiones en la salud no digital a la digital. Debería ser una relación bidireccional entre pacientes y enfermeras a la vez que utilizamos las TICs.

- ¿Cuáles crees que son los usos más perjudiciales que una enfermera puede darle a las redes sociales? ¿Y los más beneficiosos?
Los más perjudiciales son realizar solo lo que se denomina ahora como hacer "postureo" utilizando una cuenta profesional en la que nos identificamos como enfermeras. No somos conscientes de que cuando estamos con un uniforme representamos, queramos o no, a toda una profesión y a la institución para la que trabajamos. Otro uso muy común es el uso de imágenes de pacientes, a pesar de que tengamos consentimiento, sin fines docentes. Muchas veces se cogen imágenes impactantes que no suman nada y que solo se usan para ganar likes.
Los más beneficiosos es conseguir hacer lo que se llama curación de contenido. El que alguien pueda leerse un artículo y mostrártelo en forma de video, artículo resumen o infografía o que cada uno escriba o sume con lo que sabe con el fin de enseñar a los compañeros o hacer educación para los pacientes

- Tienes más de 16.000 seguidores en Twitter... ¿cuál es la receta del éxito?
Tengo más en Instagram, y dado que están conseguidos solo haciendo docencia, me parece un gran logro, no voy a mentir. Pero el número de seguidores no es sinónimo ni de éxito ni de ser mejor enfermera. Hay excelentes profesionales sin redes sociales y hay excelentes enfermeras en redes sociales con muy pocos seguidores y malas enfermeras con muchos seguidores. Tenemos que quitarnos ese concepto de que el número de seguidores y likes nos hace mejores porque perdemos el foco y el objetivo principal, que es el paciente. Y eso se consigue tanto si hacemos docencia o la recibimos de compañeros, que finalmente recaerá sobre una mejora de los cuidados de los pacientes, o como si realizamos directamente educación para la salud. Lo que vemos en redes es solo una parte, lo que queremos mostrar. Ni se ven nuestras miserias ni carencias ni nuestros errores. Y todos los tenemos, tengamos 100, 10000 o 100000 seguidores. En ocasiones se lo he tenido que recordar hasta algunas personas que te escriben y te dicen qué buena enfermera. Utilizo ese momento para abrir los ojos de la gente y decirles ¿cómo lo sabes? ¡Si no has trabajado conmigo! Las RRSS son como la televisión, no nos podemos creer todo lo que vemos, porque no todo lo que se ve es real, o la realidad completa de una persona. Además, hay un trasfondo de ego en las redes sociales muy malo. Muchas cuentas lo único que te piden es que compartas su contenido porque se creen que tener más seguidores es mejor. Solo buscan seguidores de forma instantánea y no saben el trabajo que hay por detrás para llegar a tener los seguidores o la reputación que alguien puede alcanzar. En ocasiones es trabajo de muchas horas diarias durante muchos años y hay momentos, o nos pasa a algunos, en los que no abarcamos más. Solo se ve la punta del iceberg tanto para lo bueno (parece que no haces nada y llevas años), como para lo malo (no muestras la realidad, solo muestras lo que quieres). De todas formas, para contestar a la pregunta, la receta es constancia, siendo consciente de que la vida 1.0 es la importante y el ser tal cual como una persona es. Porque no se trata solo de generar contenido, hay que sumar y dialogar y reflexionar.

- ¿Qué contenidos son los que más te demandan? ¿Coinciden con los que luego tienen más éxito?
Esto es algo con lo que muchas enfermeras que generamos contenido coincidimos: la publicación que crees que más va a gustar no gusta. Puedes trabajar muchísimo en una entrada de la web, un episodio de podcast o una publicación de redes que crees que va a gustar muchísimo. Cuidas texto, fotos, colores y el momento de publicarlo y al final no gusta. Luego vas por la calle, se te ocurre algo, lo subes de forma instantánea sin pensar y llega más. Con los contenidos docentes es muy difícil llegar. Llegas más cuando tocas sentimientos. Eso está comprobado. Por eso es bueno, aunque tengas una cuenta docente o profesional, que te vean, que sepan que hay alguien detrás que piensa, que tiene cara y que siente. Eso sí, lograr esto sin entrar en polémicas gordas, postureo o política, y que te den igual las críticas, es muy complicado.

Otra cosa que me parece muy complicada actualmente es contestar los comentarios, peticiones y comentarios de todas las redes. Me resulta imposible. Y hay una cosa que llevo a rajatabla: no hablo de lo que no sé, así que cuando me piden que hable de algo que se escapa de mis conocimientos no lo hago. Lo bueno es que hay diferentes referentes de diferentes áreas de conocimiento. Por lo que sabes a quién remitirles si quieren algo de UCI, de politrauma, de vacunas, etc... Eso es lo bonito de las redes sociales: compartir y crear una red de conocimiento y de apoyo enfermero y que estén también los pacientes.