CODEM. Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Madrid

A fecha 18 de agosto, las enfermeras escolares desconocen cuál será su destino durante el próximo curso escolar o ni siquiera si optarán a un puesto en algún centro educativo. Una incertidumbre que les impide organizar su vida personal y les genera, por lo tanto, un gran malestar. Estas contrataciones ya estaban en marcha por estas fechas en años anteriores, por lo que este verano llegan con bastante retraso.

Elena Rubio, enfermera escolar y vocal de Comunicación de la Asociación Nacional e Internacional de Enfermería Escolar (AMECE), nos ha relatado en qué situación se encuentran y cómo les está afectando. “Actualmente no se ha llamado para firmar o aceptar contratos como enfermera escolar en aquellos colegios en los que no hay enfermera fija. Nos mandaron un mail desde el SEPE (tenías que estar apuntada en demandante de empleo) para mandar a la Consejería de Educación nuestros títulos y cursos relacionados con la disciplina para hacer una baremación junto con nuestra vida laboral. Creemos que están baremando y que nos llamarán para ir a elegir colegio y jornada según ese baremo”.

No obstante, se trata solo de una suposición y, en cualquier caso, las enfermeras escolares desconocen cuál sería esa fecha para elegir colegio o cuándo empezarían a trabajar, lo cual les ocasiona un gran trastorno a la hora de planificar este verano y su vida, en general. "Hay compañeros que no se han atrevido a contratar vacaciones, ya que no sabíamos cuándo nos iban a pedir mandar determinados documentos o cuándo ir a la elección”, lamenta Rubio.

A nivel personal, esta enfermera asegura sentirse muy intranquila ante la falta de información. “Está claro que la enfermería no pasa precisamente por un momento de demanda/oferta de empleo en contra nuestra, por lo que esperamos que nos toque trabajar en un colegio desde el principio. Pero de ahí a dar por hecho algo que no se ha dado, que nos genera incertidumbre tanto en fechas, como económicamente, como de puesto de trabajo... Es decir, ya no es solo no saber si tengo que estar en Madrid para elegir centro o firmar contrato unos días determinados, sino incertidumbre económica: ¿podré elegir mi colegio del año anterior de un 67% de jornada con el sueldo que cuento?¿O tendré que elegir un centro con sólo un 50% y tener que adaptar mi vida a ese sueldo? Además, súmalo a la incertidumbre de volver o no a tu centro de trabajo habitual, con tus compañeros, o no... Se lleva MAL”. En este sentido, Elena Rubio, asegura que se siente maltratada por las administraciones. “Con respecto a la falta de respeto hacia la enfermería en general, por supuesto. La enfermería está maltratada por parte de la sociedad, y se refleja en la falta de respeto de las administraciones a la hora de valorar nuestro trabajo con este tipo de comportamientos”, asegura.

Contratos precarios

Asimismo la vocal de AMECE denuncia también la precariedad de los contratos de estas profesionales. “Los contratos, en principio, son desde la Consejería de Educación, y son contratos laborales de obra y servicio, coincidentes con los periodos en los que comienzan y finalizan los alumnos el curso escolar. En la Comunidad de Madrid se hace contrato en colegio público siempre y cuando haya un alumno con necesidades de cuidado de enfermería crónico como diabetes, necesidad de sondajes, cuidados de ostomías o administración de medicación en horario escolar... No siempre es a jornada completa, eso depende de una decisión externa a nosotros, ni siquiera del equipo directivo; a pesar de que un niño diabético, por ejemplo, lo es las 24 horas del día”.

La presidenta de AMECE, Natividad López Langa, coincide en que la situación laboral de la enfermera escolar es bastante precaria. “No hay continuidad de cuidados, ni ninguna normativa específica; y cada año se está a la expectativa de cómo e incluso quién contrata. Las enfermeras que quieren seguir trabajando en colegios, digamos que ‘funcionan y organizan su vida’ en función de cada curso escolar. Por tanto, la incertidumbre de un futuro a corto y medio plazo afecta negativamente a estas compañeras que en algunas ocasiones deciden irse a otros puestos de trabajo, mejor remunerados y con días de libre disposición, días por formación y, sobre todo, un organigrama claro y protocolos - estos últimos en los colegios no existen, salvo los que elabora AMECE-”.

En definitiva, las condiciones laborales de las enfermeras escolares son muy mejorables y, desde AMECE, realizan algunas sugerencias. “Ante todo, valorando la importancia de la continuidad de los cuidados. Y esto, solo lo pueden explicar los enfermeros a las personas que no lo son. La continuidad del cuidado es la esencia de nuestra profesión, tanto en un colegio como en cualquier otro ámbito, desde una UCI hasta en una residencia. Somos los profesionales que podemos dar una atención 100% perfecta en este sentido al receptor del cuidado, en el caso de la enfermería escolar, a toda la comunidad educativa: no solo al niño que la administración determina que nos necesita, sino al resto de alumnos, personal docente y no docente y familias. Es decir, las condiciones laborales se mejoran con unos contratos continuos en todos los centros escolares, como enfermeras escolares que atienden durante toda la jornada a toda la comunidad educativa”, considera Elena Rubio.

Por su parte, la presidenta de AMECE anima a las administraciones a que “traten a las enfermeras escolares como al resto de enfermeras de otros ámbitos, contratos y salarios dignos, continuidad de cuidados, derechos laborales...”. “Por otra parte, desde la Consejería de Educación, deberían elaborar una normativa específica, con bolsa de empleo o manera de contratar definitivamente, no cada curso pensar cómo lo hacen… Y si ya, de paso, nos hacen sentir realmente como integrantes de esa comunidad educativa y no nos ven como “cuerpos extraños”, sería una maravilla”, ironiza López Langa.

Más enfermeras escolares en Madrid

A pesar del retraso en las contrataciones, la Comunidad de Madrid ha anunciado esta semana un aumento del número de enfermeras escolares para el próximo curso, superando las 700 que había en el periodo anterior. Una noticia que Natividad López Langa valora muy positivamente. “Desde AMECE defendemos y reclamamos que en todos los colegios de España haya una enfermera al menos, dependiendo del número de alumnos (ratio). En la Comunidad de Madrid, la cifra ha ido aumentando exponencialmente cada año y nos alegra que se siga incrementando cada curso escolar”.

No obstante, la cifra continuará siendo insuficiente. “Claro que siguen siendo insuficientes, si tenemos en cuenta que en países de nuestro entorno y de todos los continentes hay enfermeras en los colegios hace décadas, en todos, y están integradas plenamente en la comunidad educativa. Una enfermera en cada colegio, según el número de alumnos que haya, no es lo mismo en colegios de 700 alumnos que de 2.500 alumnos evidentemente, hablar de ratios de enfermeras en el ámbito educativo es anecdótico. La salud no es un lujo, es una necesidad que debe ser cubierta. Entendemos que los presupuestos son limitados, pero si se plantea como una inversión a medio y largo plazo, ahorraría muchos gastos al sistema sanitario”, subraya la presidenta de AMECE.

El papel de la enfermera escolar

En este punto parece necesario recordar la importancia de la enfermera escolar en los centros educativos. “Las enfermeras escolares tienen las mismas competencias que tienen todas las enfermeras que trabajan en distintos ámbitos. La especificidad es que generalmente trabajan solas en los colegios como autoridades sanitarias y garantes de salud de la comunidad educativa y, por ello, deben informar y formar a todos sus componentes. En caso de una urgencia vital, todos han de saber su papel en la cadena de urgencia, no hay otros profesionales de la salud que entre todos puedan intentar salvar la vida del alumnado que presenta, por ejemplo, un shock anafiláctico. El objetivo principal es mejorar la salud de toda la Comunidad Educativa (alumnos, familias y profesionales docentes y no docentes), no solo desde un punto de vista asistencial, sino también a través de la Educación para la Salud (EpS), en todas las etapas educativas y de manera transversal al currículo pedagógico. El resultado será que tendremos unos adultos más sanos, más conscientes de los cuidados de su salud, incluida la medioambiental, y más solidarios”, señala Natividad López.

Una enfermera en cada centro escolar es una reivindicación que no solo hacen las enfermeras (incluido este colegio profesional), sino también el profesorado y las familias; y desde AMECE se muestran optimistas respecto a su logro. "Claro que creemos que se conseguirá, lo raro es que no se haya conseguido ya, como en muchos países. Sinceramente es una cuestión de voluntad política de los gobernantes, tanto a nivel nacional como autonómico, y en la profesión sanitaria. Algunos compañeros no lo ven claro, seguramente por el desconocimiento del perfil profesional de la enfermera escolar; que debería ser, además, en un futuro, una especialidad”, reclama su presidenta.