CODEM. Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Madrid

- Tras la actual crisis de Salud Pública se ha hecho evidente el desafío sanitario y social al que nos enfrentamos, especialmente en los centros sociosanitarios y en la atención a las personas mayores. Si existen enfermeras especialistas formadas para dar respuesta a los actuales desafíos de salud de nuestros ciudadanos, ¿no resulta contradictorio no contar con estos recursos enfermeros especializados dentro del sistema, como es el caso de las enfermeras especialistas en Geriatría, teniendo además en cuenta el coste que supone su formación y como garantía de unos cuidados seguros y de calidad?

Al hilo de la pregunta anterior, ¿qué opina Vd. de la formación de especialistas (EIR), con recursos públicos, que al finalizar su especialidad tienen que seguir trabajando como enfermeras/os generalistas al no catalogarse puestos de trabajo como especialistas?

La Sanidad Española aún no ha interiorizado las nuevas capacidades de la enfermería y el nuevo rol que son capaces de desplegar. El problema es que este déficit es tan relevante que empieza a ser inabordable sin reconfigurar nuestra sanidad en su totalidad. Y no es un problema estático. A medida que las enfermeras adquieren nuevas capacidades sin que se incorporen al SNS en lo que valen, el problema no deja de agravarse.

- Uno de los niveles asistenciales que ya antes de la pandemia atravesaba una situación preocupante y necesitada de refuerzo y mejora es la Atención Primaria. Tras la crisis sanitaria, se ha visto más sobrepasada que nunca. ¿Qué medidas a corto, medio y largo plazo deberían plantearse tanto a nivel de recursos humanos como materiales, necesarios para abordar los problemas y necesidades de este ámbito?

La solución a la AP pasa, entre otras consideraciones, por el despliegue por parte de Enfermería de todas sus capacidades hasta el máximo que permita el margen normativo. Luego puede hablarse de remuneración, facilidades para conciliación familiar, etc. Pero desde luego, no es posible hablar de una solución global a la AP en España sin contar con la Enfermería como una herramienta esencial.

- Los profesionales de la Sanidad madrileña han dado más de lo exigible en estos meses de pandemia, expuestos a circunstancias extremas de carga de trabajo, riesgo de contagio, incertidumbre, fatiga… por lo que actualmente nos encontramos con profesionales agotados que continúan atendiendo a las necesidades de salud de todos ¿Qué medidas deberían adoptarse desde la Administración sanitaria, no para recompensar, sino para compensar este sobreesfuerzo?

El esfuerzo ha sido indudablemente ejemplar, pero entramos en nuevas fases de la enfermedad que ya no producen tanta sobrecarga. Es hora de evaluar el impacto de la pandemia en el profesional, físicas y psíquicas, e individualizar las soluciones para cada caso. Y también ha llegado el momento de examinar nuestra maquinaria asistencial para dotarla de las medidas apropiadas para que la próxima pandemia nos coja mejor preparados.

- Las enfermeras madrileñas son reconocidas y muy bien valoradas por la sociedad, pero, dado que la ratio actual es de 6,6 enfermeras por cada 1.000 habitantes en la Comunidad de Madrid (cercana a la media estatal de 5,7 aunque ambas cifras muy alejadas de la media de Europa de cerca de 9 profesionales), en nuestra región faltan actualmente alrededor de 14.000 enfermeras para alcanzar la media de los países de nuestro entorno. A esta realidad le sumamos un creciente número de profesionales que abandonan nuestra Comunidad: según los datos que manejamos en el CODEM, 977 enfermeras se han ido a ejercer a otra provincia u otro país en lo que llevamos de año. Por estos motivos venimos reclamando un Plan de Recursos Enfermeros que asegure la atención sanitaria y social en nuestra región. ¿Cómo puede paliarse la escasez de enfermeras y evitar la fuga de talento a otras regiones?

Siempre he afirmado que las ratios de profesionales por habitante es un dato que sólo puede compararse consigo mismo, pero no con poblaciones con niveles higiénico-sanitarios dispares. No se pueden comparar poblaciones con diferentes índices de inmigración, renta per cápita, ruralidad, etc. El debate de por qué faltan enfermeras es complejo y debe comenzar por un análisis de nuestras capacidades formativas universitarias. El por qué hay enfermeras que abandonan Madrid tiene una respuesta que no va más allá de una mera opinión si el Colegio no analiza caso a caso los motivos por los que hay enfermería que abandona Madrid y lo contrapone a las enfermeras que también vienen a trabajar a Madrid. Sólo conociendo la realidad en detalle podrán definirse las medidas corrrectoras adecuadas.