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2 feb 2021
Actualidad
Esta enfermera del Hospital Infanta Sofía ha publicado recientemente en su perfil personal de Facebook un llamamiento a la población pidiendo responsabilidad en esta pandemia de COVID-19. También se ha dirigido a las autoridades para solicitar que cuiden del personal sanitario. La publicación se ha hecho viral en pocos días.
Raquel González es enfermera del servicio de Hemodiálisis del Hospital Infanta Sofía, donde lleva trabajando nueve años. El pasado 27 de enero, y ante el aumento de casos de COVID-19 en esta tercera ola de la pandemia, esta profesional decidió realizar un llamamiento a través de su perfil personal de Facebook. “Fue un día que acudí a mi trabajo, como otros tantos, y llevaba una semana recibiendo malas noticias de personas cercanas a mí, compañeras contagiadas, mi supervisora haciendo ‘encaje de bolillos’ para poder sacar el trabajo adelante... y cada vez más pacientes positivos. Me acerqué a una de las plantas COVID, y la cara de cansancio y desesperanza de mis otras compañeras me dejó bastante marcada. En la UCI pacientes más jóvenes, y escuchar a un compañero decir: 'cada vez se le pone más difícil a los médicos tener que decidir quién entra y quién no a la UCI'. En pocas palabras, quien tiene oportunidad de salvarse y quién no. Llegar a esos términos y ver que de las otras olas no hemos aprendido nada…”. Por todo ello, tuvo la necesidad de plasmar por escrito lo que llevaba pensando mucho tiempo. Una publicación que se ha ido compartiendo en numerosas ocasiones hasta convertirse en viral.
En su texto, González insta a la población a extremar precauciones, aunque las autoridades no decreten medidas de aislamiento. “La situación que tenemos es alarmante. Estamos acostumbrados a que nos den las cosas hechas y tener la vida fácil, a que decidan por nosotros y, si no nos gusta, lo criticamos. Tenemos que cambiar todos para poder volver a nuestras vidas. Un autoconfinamiento de 10 días sería suficiente para bajar considerablemente los casos positivos de esta tercera ola y a partir de ahí continuar nuestras vidas extremando las precauciones durante unos meses”, considera esta enfermera.
La situación general de los hospitales es ya complicada. “En el Infanta Sofía estamos empezando a desbordarnos. Vamos adaptándonos día a día el personal y transformando plantas no COVID en plantas COVID. Poco a poco, va quedando menos espacio para atender otras patologías. La UCI está llena. Hay espacios habilitados como UCIs sin serlo. Es cierto que ahora disponemos de muchos más EPIS que en las olas previas y, por lo menos en mi hospital, nos están protegiendo más, pero deberían habilitarnos zonas que tenemos cerradas, que considero recursos imprescindibles para facilitar nuestro trabajo”, reivindica Raquel González. Otro de los problemas que esta enfermera ha abordado en su publicación de Facebook es el desgaste de los profesionales sanitarios. “El mayor problema es el cansancio psicológico que conlleva la situación. Miramos hacia atrás desde que empezó la pandemia y vemos que se repite todo una y otra vez. Nosotros solos no podemos, algunas de nuestras funciones son las de cuidar y atender al paciente, pero si cada vez llegan más pacientes positivos y nosotras caemos también, esto va a ser insostenible”. Para solucionar esta situación, González considera de vital importancia que la sociedad les ayude. “Todos somos la clave para parar esta pesadilla. Tenemos que ser responsables. Ya sabemos lo que es capaz de hacer el COVID y cómo se propaga. Ahora que tenemos la información, los recursos y la vacuna en camino, si nos ayudamos entre todos unos meses, ganaremos una vida entera”, asegura. Las enfermeras también juegan un papel primordial en esta pandemia y, por ello, Raquel González lanza un reto a sus compañeras. “Podemos hacer muchísimas cosas. Una de nuestras funciones es la de prevenir, y debemos mostrar a la población todo lo que estamos viviendo. Que nuestras anécdotas más duras no se queden con nuestros convivientes cuando llegamos a casa, que las conozca todo el mundo, para que vean que es cierto lo que está pasando. Todos tenemos la oportunidad de acabar en un hospital, seas niño, joven o mayor. Todos podemos perder a nuestros seres queridos y/o perdernos a nosotros mismos. Por eso pido a mis compañeros un reto: por favor, publicad en vuestros perfiles de las redes sociales vuestras vivencias más duras o lo que más os esté marcando de esta pandemia. Así las personas verán otra realidad cercana”, anima.
Para finalizar, la enfermera Raquel González ha querido ofrecer algunos consejos para los ciudadanos. “Deberíamos tener contacto estrecho solo con nuestros convivientes, con el resto nunca quitarse la mascarilla. No visitar casas ajenas. Podemos pasear, hacer actividades al aire libre pero siempre manteniendo las distancias de seguridad. No reunirnos con amigos o familiares con los que no residamos (evitamos caer en la tentación de abrazarnos o quitarnos las mascarillas). Hoy en día tenemos la suerte de poder comunicarnos por redes sociales, mediante llamadas o videollamadas. No compartir coche con no convivientes, a no ser que sea estrictamente necesario, y siempre con las mascarillas puestas y usando alcohol gel. Realizar compras online o mediante servicios a domicilio. Es importante evitar lugares cerrados, si no es de extrema necesidad”. También realiza una serie de recomendaciones a empresas y el sector hostelero y de la educación. “Hay que pedir a las empresas que faciliten en lo mayor posible el teletrabajo. A los pequeños comercios, que pongan un número de pedidos y den más importancia y publicidad para llevar la compra a casa. A los profesores, que dediquen media hora al día en educación para la salud con el COVID. ¿Qué recomendaciones deben seguir en su vida fuera del colegio? Aplicando esa disciplina a los niños, indirectamente lo están haciendo también con los padres”. “A los bares y restaurantes, -continúa esta enfermera- que limiten su actividad a realizar ‘pic-nic’ de desayunos o comidas para las personas que no puedan realizarlo en sus domicilios por su trabajo. Estos lugares son unos de los más peligrosos, a mi parecer, de transmisión del virus. Su actividad no tiene por qué parar, pero sí que se deben adaptar. Finalmente, a los ayuntamientos de los municipios, que den toda la información posible a sus vecinos para que les sea más fácil poder llevar una vida sin riesgos”. “Si todos nos responsabilizamos y ponemos de nuestra parte, podremos con todo esto”, concluye Raquel González.
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